Un poco sobre mí...

miércoles, 18 de agosto de 2010

Paseo a un mundo con fin ...


Es para mí, muy grato, hablando con una sutil ironía, contarles una de mis últimas experiencias, que ha hecho que mi vida caiga en un bucle de emociones.

Habló de mi experiencia en este campamento, de esta gran empresa, que tuvo la delicadeza de seleccionarme a través de una convocatoria nacional para un puesto de Tecnologías de Información, Southern Perú.

Mis primeros días aquí, aunque embargada por una gran tristeza, eran de curiosidad, no sólo por el trabajo, por el medio, sino por mi futuro, qué era lo que Dios quería de mí aquí?.

Conocí a muchos jóvenes, en los cuales me vi reflejada, llenos de sueños e ilusiones, propietarios de una gran sonrisa, que inundaba el ambiente.

El sitio, a pesar de no ser muy grande, es acogedor; me designaron un cuarto, con un closet de tamaño considerable, y una cama confortable, testigo de muchas lágrimas y alegrías que muchas veces no pasaban de mi almohada. Un jardín rodea el hotel de damas, intentando recordarnos que la delicadeza y la belleza, están presentes a pesar de la distancia.

Todas la mañanas, 7 y 10 exactamente, pasa aquel bus de color amarillo que me lleva a las instalaciones administrativas, seré sincera, muchas veces lo desprecié y lo reemplacé por un taxi que, a pesar de su costo, me permitía dormir unos minutos más jeje.

El tramo de viaje en bus, se volvía un momento de lectura especial, me zambullía en lecturas de Viktor Frankl, asimilando su técnica "Logoterapia" para hallar un sentido a todo cuanto ocurría.

"Si estoy aquí, es por un gran motivo y parte de un Plan que Dios me tiene preparado".
Si es cierto, esta experiencia, me permitió valor aún más a mi familia y a mis amigos, con lo cual descubrí que un buen amigo, siempre está ahí a pesar de cualquier condición.

Y el viaje llega a su fin, ..., puedo divisar las puertas de aquel edificio, desde la garita de control, donde los hombres de vigilancia revisan mi identificación. Camino a la entrada, hasta llegar a mi sitio en aquel lugar, una silla confortable, mi escritorio, aquella mesa de trabajo llena de tecnología, aquel anexo con un número designado (que detesto por no tener identificador!) y mi EPP listo para cualquier emergencia.
Han sido pocas las ocasiones hasta el momento, donde utilicé ese Equipo de Protección pero significativas, ya que dejaba atrás mis zapatos de tacón, el maquillaje y peinado en mi rostro, para disfrazarme de una mujer recia sin miedo a nada, aunque con un dolor en las pantorrillas por el peso de aquellos zapatos.

Ya instalada en mi escritorio, empezaba mi faena, configuraciones, desarrollo, investigaciones y demás, quedaban cortos, frente al Soporte que se brindaba por teléfono o por mail. Me atrevería a decir, que he conocido a gran parte de la compañía, sólo por el teléfono y mail, desde funcionarios hasta obreros.

Y llegaban las quincenas de mes, donde se festejaban los cumpleaños de la fecha, donde sacaba y lustraba mi voz, para alegrar y amenizar a aquellas personas de mi entorno. Lo admito, el canto siempre me siguió a pesar de haberme divorciado de él.

Y llegaban las noches ..., que hacer por las noches?, inventaba cualquier labor o tarea pendiente para entretenerme un rato, o muchas veces me quedaba pegada de aquella página "enlaza personas", Facebook.

Muchos se preguntan, pero que se puede hacer en aquel campamento!, pues desde mi experiencia, confieso que me ha servidor para encontrarme a mí misma, para conocerme y para pensar bien las cosas en pro de mi futuro, no saben las ideas que se me ocurren por aquí!.

Y saben que es lo mejor de todo?, que esta experiencia aún no terminó, a pesar de quedarme algo de 3 meses, cada día que transcurre, amasa una lluvia de emociones venideras ...

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