Ha pasado 63 años, desde entonces (creación de ENIAC), y la computadora ha cobrado un papel muy importante en la vida cotidiana, herramienta de trabajo, de diversión, de estudio, de comunicación, de relajo, de desfogue; y sobretodo, el uso de las redes sociales que se incrementa día a día. Y aquí surge algo curioso de lo cual fui testigo hace un tiempo, la ambigüedad de personalidades, confusa pero real. Confieso que soy parte de esta nueva sociedad de personas online, he escogido este medio para gritar al mundo ideas, pensamientos, sentimientos y sucesos que me marcan, además de tener ciertas redes sociales como medio de comunicación con la realidad desde mi cerro; pero algo que me causó asombro, es como el ser humano, en general, se reinventa en estos medios, y hasta crea personajes con ellos, se crea un nombre falso, un pefil falso, perdiéndose en el intento y como es que nos ligamos a estas redes transmitiendo desde nuestro interior, codificando risas, guiños, besos.
Una anécdora al respecto, es que una vez estaba en una reunión, que se tornó monótona y aburrida, y decidí conectarme desde mi celular a revisar mi facebook, y descubro que una amiga, presente en dicho evento, había posteado: "aburrida en la reunión tal", antes de expresarlo en el medio, decidió gritarlo al mundo, qué loco no? pero interesante.
Y termino esta transmisión, desde el mundo áureo de la irrealidad.
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