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domingo, 29 de noviembre de 2009

Apología de Sócrates

Sócrates el famoso filósofo griego fue llevado al tribunal, donde se tuvo que defender de sus acusadores, con la verdad y nada mas que la verdad, no habló como los Sofistas con palabras bellas y adornadas, sino con la verdad y con lo que de su boca fuera saliendo.
La primera acusación: "Sócrates es culpable porque se mete donde no le importa, investigando en los cielos y bajo la tierra. Practica hacer fuerte el argumento más débil e induce a muchos otros para que actúen como él”.
Para exculparse de esta acusación hace dos objeciones:
La primera presentando como testigos a la mayor parte de la gente que se encontraba en el juicio, y pidiéndoles que se informasen unos con otros de si alguno de ellos le había oído hablar acerca de esos temas.
La segunda la hace al negar que él no cobraba dinero para educar a los hombres ya que: No era un sofista (que lo solían hacer). Podría presumir si supiese tanto como para formar a una persona pero él argumenta que no sabe esas cosas.
Sócrates se defendió de todas estas acusaciones relatando como había empezado todo; todo empezó cuando Querofonte, un amigo suyo desde la infancia le preguntó al Oráculo de Delfos si había alguien más sabio que Sócrates a lo que la pitonisa respondió que no; ahí empezó la misión que le daría sentido a su vida, él no se consideraba ningún sabio y trató de descifrar que había querido decir el dios, a que se refería con eso, ya que siendo un dios no podía mentir.
Así que con esta inquietud salió a examinar a los ciudadanos que se creían sabios, los interrogaba y de esto deducía que ellos no sabían tanto como creían y se los hacía ver, por tanto empezó a enemistarse con todos estos y con los que lo escuchaban, empezó por los políticos a los que él mismo creía sabios, pero se dio cuenta que él sabía mas que ellos, después los poetas en donde vio que ellos en quienes vio que escribían cuando estaban inspirados por lo cual no entendían nada lo que escribían, y que escribir poemas los hace creer que saben mucho de cualquier otro tema, lo cual era falso.
Por último habló con los artesanos y bueno si sabían muchas cosas que Sócrates no sabía, pero comprobó que caían en lo mismo que los poetas, o sea se creían sabios sobre otros temas, de todo esto saco la conclusión de que él era más sabio que éste y que aquél en el sentido de que estos creían que lo sabían todo pero lo sabían mal, y él en cambio no sabía nada ni creía saber algo, y al no creer que sabía lo que no sabía, es un poco más sabio.
Entonces supo el significado del Oráculo: “El más sabio de los hombres es aquel que reconoce, como lo hace Sócrates, que su sabiduría no tiene ningún valor.” Al hacer estas preguntas a la población se convirtió en un sembrador de inquietudes, en los jóvenes mas que todo, a los que les sorprendía como cuestionada a los mayores y como les hacía ver sus errores. Explicado esto demostraba como se había ganado un gran número de enemigos por ir simplemente a intentar encontrar la verdad o por lo menos asegurar lo que no lo era. Meletos fue el primero en acusarlos en nombre de los poetas. Luego, Anito en nombre de los artesanos y políticos; y por último Licón en nombre de los oradores.

La segunda acusación: “Sócrates es culpable de corromper a la juventud, de no reconocer a los dioses de la ciudad, y por el contrario, sostiene extrañas creencias y nuevas divinidades”.
Aquí Sócrates mediante un grandioso juego de palabras logra demostrar que Meleto es el que delinque ya que bromea con asuntos serios, sometiendo a juicio a las personas y simular inquietarse por cosas que jamás le han preocupado.
Para ello:
Llama al estrado a Meletos y le pregunta si no es cierto que considera muy importante que los jóvenes sean lo mejor posible, a lo que Meletos, claro,
responde afirmativamente. Sócrates le hace una segunda pregunta ¿qué hace mejor a los jóvenes?.

Mediante un juego de palabras o, mejor dicho, mediante un conjunto de preguntas falsas para llegar a la verdad se llega a la conclusión de que para Meletos los hacen mejores (a los jóvenes) todos los atenienses excepto Sócrates. Entonces Sócrates primero le dice que jamás se ha interesado por los jóvenes y después le pide que explique si es mejor vivir entre ciudadanos buenos o malos sabiendo que los malvados hacen daño a los que les rodean y los buenos hacen el bien. Meletos responde, claro está, afirmativamente. Y claro está también que nadie preferiría recibir daño de los que están con él a recibir ayuda. Además, Meletos acusa a Sócrates de realizar todos los actos voluntariamente.
A lo que Sócrates responde que si nadie quiere el mal, como iba a hacer él a alguien malvado voluntariamente sabiendo que va a recibir daño de éste.
Refuta la segunda acusación de que les enseña a los jóvenes a creer no en los dioses en los que cree la ciudad sino en otros.
Esta acusación la refuta de una manera parecida a la anterior, con una lógica de preguntas.
Meletos le acusa de no creer en los dioses ya que dice que Sócrates afirma que el sol es una piedra y la luna, tierra a lo que Sócrates le responde que todo ello ya está escrito y que él no difunde eso porque esas ideas no han salido de él sino que al estar escrito cualquier joven puede coger el libro en el que se encuentran esos datos.
Finalmente Meletos se equivoca al afirmar que no hay nadie que crea en cosas propias de divinidades y que no crea en divinidades ya que si Sócrates enseña cosas acerca de divinidades como no va a creer en las divinidades y las divinidades son dioses, por lo que cree en los dioses, es decir, según el mismo Meleto según sus últimas afirmaciones, Sócrates tiene que creer en los dioses.
La acusación de Meleto queda refutada totalmente Sócrates sigue argumentando y deja ver cómo le da más importancia a la rectitud moral que a la vida ya que dice que “ellos” creerán que quitar la vida o desterrar son grandes males pero peor mal es intentar condenar a muerte a un hombre injustamente. Sócrates da bases de que las acusaciones recibidas son obsoletas, como por ejemplo: su pobreza. Si cobrase por enseñar algo de dinero tendría pero el mismo admite que no lo tiene además de su dejadez por los bienes materiales. Insiste en que los bienes como la riqueza no tienen comparación con la inteligencia, sabiduría. Se puede observar también su oposición a la política.
Como bien dice, si hubiese corrompido a los jóvenes, al hacerse mayores se darían cuenta que les aconsejó algo malo y tendrían la posibilidad de vengarse subiendo a tribuna y acusándole. Nadie lo hizo.
Cualquier otro hombre habría intentado atacar por el lado sentimental pero Sócrates, teniendo tres hijos, no hace subir a ninguno a tribuna para suplicar su absolución ya que debe guardar la reputación (dignidad).
Se realiza una primera votación para definir su votación. Sócrates ha sido declarado culpable, hecho que no le irrita, no está indignado, sino que le han sorprendido los votos a favor. En ese momento, a Sócrates le piden la pena de muerte; pero el acusado puede auto imponerse una pena, y Sócrates  descarta las opciones de la cárcel y del destierro; también propone que le multen haciéndole pagar treinta minas de plata como castigo.
Se realiza una nueva votación y empieza a despedirse tratando a sus acusadores de una manera dura, diciendo que esperando un tiempo él ya habría muerto por sí solo(ya que era anciano). Sócrates dice que lo que le ha sucedido no ha sido por casualidad sino que estaba predestinado a morir.
Sócrates dice a sus acusadores que después de su muerte caerá sobre ellos un fuerte castigo. Acaba reflexionando sobre qué hay detrás de la muerte y pide que si cuando sus hijos sean mayores les importa mas las riquezas o por cualquier otra cosa antes que la virtud, que se los hagan ver su error, y que les digan que olvidan lo principal y que se creen algo cuando no son nada. Finalmente se despide pero sin ningún miedo a la muerte.

Debemos de resaltar valores que presenta Sócrates que son muy dignos de seguir:

Justicia, ya que es lo único que busca y por lo que se rige.
Verdad, trata solamente de hablar con la verdad.
Humildad, con su famosa frase “Sólo sé que no se nada” da a entender que
es mejor no jactarse de los conocimientos que tiene, eso lo hace más sabio.
Valor, al aceptar con resignación el veredicto.
Sabiduría, sabía muchas cosas, sabía de lo que estaba hablando.

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